Elige entre cinco opciones:
Cambio de aceite y filtro con diagnosis y revisión pre-ITV por 35 € en vez de 110 €
Cambio de pastillas delanteras con mantenimiento del sistema de frenado por 59 € en vez de 140 €
Cambio de pastillas delanteras y traseras por 119 € en vez de 280 €
Kit de pastillas, discos delanteros y revisión pre-ITV por 169 € en vez de 400 €
Kit de pastillas delanteras, traseras, discos, revisión pre-ITV, niveles y ozono (limpieza ambiental) por 299 € en vez de 605 €
Detalles del servicio
Frenos: pastillas de frenos, discos delanteros, pastillas traseras, conjunto tambor, tubería latiguillos
Escape/silencioso: fugas, ruidos, sujeciones, fap, catalizador
Niveles: aceite, líquido de frenos, refrigerante, fugas
Filtros: aceite, aire, habitáculo
Elementos de dirección: guardapolvos dirección, guardapolvos transmisiones, transmisiones, rótulos de dirección, guardapolvos dirección
Neumáticos: estado/desgaste, presiones
Amortiguadores: fugas, ruidos, sujeciones, golpes
Aire acondicionado: funcionamiento, temperatura frío, caudal
Visibilidad: escobillas delanteras, escobillas traseras, liquido limpiaparabrisas, luces, reglaje, tornillo tragaluz
Correas: revisión visual, accesorios
Embrague: bomba embrague, bombín embrague, tuberías y canalizaciones
En el cambio de pastillas de freno y discos no es posible generalizar y dar un momento concreto en kilómetros que sirva para todos los coches. Es algo que depende mucho del tipo de coche y de la utilización que haga el conductor. En general, sí podemos decir que si usas mucho el coche en ciudad se desgastan antes que viajando por carretera.
Como término medio, hay que controlar o estar pendiente del desgaste a partir de los 25.000 km. También hay que decir que las pastillas delanteras se desgastan mucho más que las traseras
Si se cambian las pastillas a tiempo, se evita el desgaste prematuro de los discos, que normalmente pueden llegar a durar mucho, incluso toda la vida del coche en algunos casos. Cada vez que se cambien las pastillas habrá que revisar el estado del disco y su posible desgaste. Los discos tienen un grosor mínimo predeterminado y en el taller pueden comprobar mediante una medición con un calibre si el disco baja de ese grosor, en cuyo caso habría que sustituirlo.
Además del desgaste por contacto de las pastillas, el disco puede deteriorarse por alabeo por excesivo calentamiento, por ejemplo. El alabeo se detecta muy fácilmente con una fuerte vibración en la dirección cuando se frena. En los discos de freno perforados de los coches deportivos, en casos muy extremos de utilización, hay que buscar grietas que puedan salir de los orificios de ventilación.
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